Diseñar como un paisajista:
El objetivo es crear composiciones orgánicas que se vean bien a simple vista. Para esta tarea, lo mejor será revisar las variaciones de color, la altura y el ancho de las plantas y la forma del follaje. En este sentido, lo ideal es crear una composición que dé la sensación de estar en la naturaleza y con especies que tengan el mismo origen.
El tamaño sí importa:
Las plantas grandes y frondosas fomentan una experiencia visual agradable y son muy convenientes para espacios con pocos muebles, ya que evitan que estos acaparen el lugar. En este sentido, puede optarse por elegir un Ficus Lyrata o bien para los más arriesgados, un mini árbol frutal.
El efecto de colgar:
Ya sea en un viga del techo o con ganchos, las plantas colgantes ayudan a optimizar espacio debido a que se pueden colgar en diferentes alturas dejando los metros cuadrados del piso disponibles. Elige plantas como la Hiedra o el Poto que simulen el efecto caída en sus hojas.
Jardines verticales:
ste tipo de jardín se da mediante una estructura con bolsillos que se adhiere a la pared y en el que se pueden sembrar diversas especies de plantas para crear una cubierta vegetal. La gran desventaja es que estos espacios deben disponer de toma de agua y desagüe.
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